Así es la calidad del aire en Oviedo, Gijón y Avilés, según los nuevos valores de la OMS

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Contaminación en Gijón
Contaminación en Gijón Coordinadora Ecoloxista d'Asturies

La inmensa mayoría de las estaciones asturianas que miden los principales contaminantes superan las guías actualizadas esta semana para frenar las muertes por contaminación

24 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las ciudades asturianas superan las recomendaciones sobre calidad de aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que esta semana actualizaba las que manejaba desde 2005 con el fin de frenar los siete millones de muertes que cada la contaminación cada año en todo el mundo. La nueva guía establece las cantidades máximas recomendables de los seis contaminantes en el aire más nocivos que son las partículas en suspensión PM 2,5 y PM10, ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono.

La OMS, que advirtió de que el 99% de la población mundial respira aire contaminado, baja los niveles considerados como más seguros en la mayoría de esos contaminantes. Y, así, en el caso del dióxido de nitrógeno, los niveles en Oviedo, Gijón y Avilés duplican la nueva guía anual de la OMS para este contaminante, según la organización Ecologistas en Acción, que toma como referencia los valores alcanzados en 2019 por ser el último anterior a la pandemia de covid-19 y que advierte de que las nuevas guías de calidad del aire se incumplen en la totalidad de las ciudades españolas.

Según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), Oviedo presentaba en 2019 una concentración media anual de 23 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno, Gijón 22 y Avilés 21. La nueva guía de la OMS hasta ahora manejaba el límite de seguridad respecto a la exposición anual al NO2 en 40 microgramos por metro cúbico, pero ahora se ha rebajado a una cuarta parte: 10 microgramos. 

Desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies se recuerda también que los contaminantes más habituales en Asturias son las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras de diámetro (PM2,5) y las de menos de 10 micras (PM10). Tras realizar una revisión del estado de la calidad del aire a través de los «datos oficiales» de contaminación atmosférica que facilita el Gobierno asturiano, comparándolos con los nuevos valores máximos de la OMS, «hay muchísimas superaciones de los valores medios anuales hasta hoy», asegura el portavoz de la Coordinadora, Fructuoso Pontigo.

En el caso de las partículas en suspensión PM2,5, solo una de las 22 estaciones que se reparten por Asturias y miden este contaminante se queda corta ante el nuevo valor límite de 5 µg/m3 de media anual que recomienda ahora la OMS. Se trata de la estación de Tineo. Y, el resto, «a fecha de hoy superan este valor de media anual las 21 que quedan, lo que da idea de la gravedad de la situación asturiana», indica Pontigo.

En el caso de las partículas PM10, también 51 de las 57 estaciones que miden este contaminante en Asturias están por encima del valor límite de 15 µg/m3 de media anual recomendado desde ahora por la OMS. Las seis que no lo superan son las estaciones de Bendición de Siero, Barredo de Mieres, Armental de Navia, la Barca en Tinero, Puerto en Oviedo y Los Campos en Corvera.

Efectos en la salud

Desde la Coordinadora se recuerda que los picos de contaminación atmosférica disparan los ingresos hospitalarios en Asturias y se insiste en que Principado y ayuntamientos asturianos «incumplen de forma significativa» las recomendaciones de la OMS en el sentido de lograr concentraciones de partículas en suspensión lo más bajas posibles dado su grave impacto en la salud.

«La contaminación atmosférica provocada por la quema de combustibles fósiles es responsable de una de cada cinco muertes en el mundo. Provoca asma en los niños, neumonía, hace que las mujeres embarazadas tengan bebés prematuros y con más defectos de nacimiento y está aumentando el riesgo de las personas que están enfermas de covid-19 en este momento», advertía un experto de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, Aaron Bernstein, en la presentación de las nuevas recomendaciones de la OMS.